Hay algunas compañías que crean una campaña basándose en crear productos únicos. Este es el caso de Absolut, la marca de vodka; han creado 4 millones de botellas diferentes a un precio más alto.
Estas acciones sólo le importarán a tus mejores fans, a tus «evangelistas». Los otros clientes lo verán, pero lo ignorarán, no comprarán.
El objetivo de esta campaña es crear más valor y mayor vínculo con los evangelistas. Y, también, darles algo remarcable y singular que ellos puedan difundir. El problema es el siguiente: ¿Vale la pena hablar de esta acción? La campaña es verdaderamente atractiva para los «marketeros» pero, ¿lo es para los clientes?