Productos anti-envejecimiento

Los productos anti-envejecimiento son una cuestión de fe. Te los crees o no.

No hay manera de contrastar si estos productos han hecho su trabajo o no. Si los usas, no puedes saber qué hubiera pasado si no lo hubieras hecho y viceversa.

Algunas personas usan esta excusa para no comprarlos. Una marca ha creado un producto anti-envejecimiento que prueba su rendimiento con un medidor. Esta técnica fue utilizada primero por los tintes de cabello, te enseñan tu color y como cambiará si lo usas. Así, este medidor te mostrará tu nivel de arrugas y te dice el nivel más bajo de arrugas que conseguirás.

Esta técnica de marketing intenta eliminar esta excusa e intenta convencer a los escépticos. Aun así, no hay pruebas de que actúe como dicen. Esto también es una cuestión de tiempo, tiempo para los consumidores para ver que el producto hace su trabajo y tiempo para difundir sus resultados.

Por otro lado, no hay necesidad de convencer a los creyentes, en realidad, ellos piensan que estos productos funcionan como esperan.

El trabajo más difícil es convencer a aquellos que no usan estos productos. Así, cuando eliminas excusas, es más fácil vender, pero nunca venderás a todo el mundo.

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