Mi historia

Desde pequeño siempre he sabido que iba a dedicarme a la gestión empresarial. Con apenas 12 años, mis amigos y yo jugábamos a ligas de fútbol con dados, cada uno llevaba su equipo y teníamos que hacer fichajes. La parte que más me gustaba era la de gestionar los salarios y calcular cuántos ingresos iba a tener el club dependiendo de la capacidad de su estadio y la asistencia media del año anterior.

Supongo que me influyó haber tenido un abuelo empresario con quien estaba muy unido. Él era distribuidor de pescado, tenía sus propias pescaderías, pero también distribuía a otros negocios. Además, también fundó y fue presidente de un pequeño club de futbol de mi ciudad natal, la Cultural Torreforta. Mi padre también fue empresario, era abogado y tenía su propia «gestoría», aunque no se puede comparar con el negocio de mi abuelo.

Mi padre me trajo la tecnología a casa, mi primer ordenador llevaba un procesador Intel 386, y el segundo un Pentium a 100Mhz. Los rompí varias veces haciendo pruebas, ya que nunca di clases de informática, pero eso me hizo aprender un montón por mí mismo y poder tener la capacidad de aprender rápidamente casi cualquier cosa. Como curiosidad, escribo con el teclado con los 10 dedos sin haber ido nunca a ninguna clase de mecanografía.

Fui a la universidad en mi ciudad, Tarragona, y estudié Administración y Dirección de Empresas, como no. Allí aprendí mucho, pero hay que reconocer que también lo pasé muy bien, creo que esos deben ser los objetivos de la universidad. Durante esa época también trabajé mucho, hice de camarero, ayudé a mi padre en la gestoría, trabajé en «La Caixa» como banquero, incluso trabajé como contable.

Durante la carrera pensé que iba a dedicarme a las finanzas, me gustaba mucho el mercado bursátil y las asignaturas de mercados e instrumentos financieros (sacaba excelentes) y al trabajar en «La Caixa» esperaba que me contrataran de forma fija, pero no fue así, me llevé una decepción y derivé hacia el marketing. Gracias a un profesor que tuve y con el que trabajé tras acabar la universidad, el Dr. Pere Segarra, pude dirigir mi carrera hacia el marketing, estudiando un Máster en Dirección de Marketing en Esade, Barcelona.

En el máster aprendí muchísimo y aprendí a aprender más. Desde entonces me he ido formando yo solo, leyendo mucho (libros, revistas, blogs), viendo conferencias en Internet, etc. Creo que he aprendido más en los últimos años que durante mis años de estudio. En el máster trabajamos muchísimo, más de una vez nos quedamos sin dormir para presentar un trabajo al día siguiente, pero la verdad es que lo pasábamos muy bien estudiando, lo recuerdo con mucho cariño.

Tras finalizar mi periodo de formación reglada empecé a trabajar en marketing. Primero hice unas prácticas en una start-up tecnológica, y después trabajé en el sector del Gran Consumo, primero para una empresa mediana del sector de las bebidas y después para una multinacional del sector del bricolaje. Tras ello me dediqué al marketing digital, primero para algunos clientes y después me fui a Londres, donde estuve en una agencia trabajando para importantes clientes como Randstad y Canterbury of New Zealand.

También me he dedicado a vender, creo que es una profesión desprestigiada y la verdad es que es muy divertida. He vendido material de bricolaje, pero también he vendido productos bancarios, seguros y servicios de marketing online. He leído mucho sobre el tema y cada día lo encuentro más fascinante.

En 2014 empecé mi voluntariado como consultor solidario con mis compañeros del grupo de antiguos alumnos de Esade en Valencia. Ayudamos como consultores estratégicos a Socialnest, una aceleradora de proyectos sociales, en su crecimiento. Me gusta muchísimo la experiencia y me gustaría ayudar más al tercer sector de forma solidaria como consultor.

He iniciado varios proyectos online que no consiguieron despegar. En 2011 lancé Wimvvi, una tienda online que no prosperó, principalmente porque la etapa del ecommerce no estaba aún suficientemente madura y porque no tenía los conocimientos necesarios. En 2017 lanzamos Zurprais, un servicio de experiencias sorpresa que no encontró el product-market fit correcto aunque hicimos muchísimas pruebas, aunque conseguimos vender el coste de adquisición era muy alto, prueba de ello es que no ha aparecido nada igual.

Desde 2018 estoy dedicado al sector hostelero, gestionando el marketing, las ventas y el revenue de un grupo de campings. No obstante, en 2021 he lanzado Twilomedia, una agencia de comunicación y publicidad preparada para el futuro.